Abadi acaba con este asunto “tan contemporáneo” de que los galeristas y los curadores exponen a los artistas. Toma el toro por las astas, mejor dicho invierte al toro. En el estacionamiento subterráneo de La Rural (al mismo tiempo que se festeja Arte BA), arma un exposición en su auto. El artista, lejos de acceder a los U$S 3000 el metro2 que se cobra en la feria, solo paga por el Stand el valor del parking.

 

Vemos expuesto en las ventanas del auto (un VW Suran 2010) retratos de hombres y mujeres con el perfil clásico del comerciante de arte, es decir el de un galerista. En este caso, es el artista el que expone a los comerciantes y no al revés. Los muestra encerrados adentro de una maquina que funciona a base de petróleo y que tarde o temprano se convertirá en chatarra.

 

El caso que la obra este expuesta en el estacionamiento subterráneo de la feria, la transforma directamente en un evento “under”. Usted pesara que este es solo un sencillo juego de palabras pero no. Y por favor no se le ocurra relacionar lo “under” con lo sucio, lo marginal o lo violento, porque no es el caso.

 

 

Auto ba es transparente y autogestivo. Higiénico. Es impecablemente argentino.  La tarifa esta a la vista, cada quien arma su stand y se hace cargo de las consecuencias que esto pueda depararle. Es gratis, abierto a todo el publico, no hay limite de edad, ni de nacionalidad ni las siguientes excusas: A mi no me invitaron, mi obras es muy trash, no tengo doble apellido, mi obra no es funcional al sistema, es chica, no tengo un peso, recién empiezo, ya pase de moda, bla bla bla. La única barrera de entrada es conseguir un auto.  En la ciudad circulan mas 2.000.000 por día. No debería ser tan difícil.

 

De existir un Arte Nacional, creo que esta pieza podría ser una fiel representante. El arte de la mula, de la trampa, de la simulación y de la gambeta. El arte de la evasión, de la especulación. El arte del anticipo y del ventajero. El arte de hacerlo de todas maneras. Pero hecho impecablemente.

 

En una ciudad como Buenos Aires, donde la moneda aspiracional es extranjera,  el arte también se crea mirando para afuera. El mercado  argentino es una feria de cotizaciones paralelas, donde el grueso de los pórtennos le da la espalda a la moneda local y también a su arte.  Prefieren, que se parezca a lo que se produce en USA o en Europa.

 

 

Abadi hace trampa y al mismo tiempo nos invita a jugar limpio.

 

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